Reseña: Joker: Folie à deux: la versión edulcorada de Arthur Fleck
- Orianna Paz
- 7 oct 2024
- 3 Min. de lectura
Por Orianna Paz
Si pensamos en la primera película de Joker (2019), de Todd Phillips, alejada del mundo colorido de superhéroes y fantasía, para internarse en la oscura psique de un hombre vulnerable, golpeado por la sociedad, marginado, abusado por su propia madre, enfermo, que se convierte en el “Guasón” para dar voz a todos aquellos que como él han sido pisoteados por un sistema represor y capitalista, es claro que aquel filme se convirtió en un fenómeno dentro del género, que más allá de basarse en un personaje de un cómic, sacudió los cimientos de una realidad cada vez más violenta para los “diferentes”, los de “abajo” y todos aquellos que no encajan en sus cánones de lo “políticamente correcto”.
En aquel entonces, Joaquín Phoenix ofreció una de las mejores interpretaciones de su carrera a través de un personaje complejo, imprevisible, rebelde, audaz, violento y al mismo tiempo desamparado, triste, solitario y oprimido, aquejado por una risa incontrolable llena de dolor. Su actuación incluso fue reconocida merecidamente con un Óscar, gracias también a la solidez del guion y la contundencia de un mensaje que dio protagonismo a los desclasados, a los que nadie suele ni quiere ver.

Llega ahora a salas Joker: Folie à deux (Canadá-Estados Unidos, 2024) a la que se ha catalogado como “secuela”, sin embargo, al ver la nueva entrega que ha realizado Todd Phillips sería injusto llamarle así o siquiera segunda parte.
En principio es un musical, lo que desató las primeras dudas en torno a la continuidad de la atmósfera oscura, sórdida y densa de la primera parte; y en segunda, el factor Lady Gaga, que anticipaba justamente un mayor énfasis en los aspectos musicales y artísticos.
Si se considera todo esto, era difícil que Joker: Folie à deux fuera similar a su predecesora y no pretende serlo, al contrario, resulta completamente diferente. Quizás lo único que conserva de la primera es esa espectacular producción y el mismo estilismo en la fotografía, pero por lo demás, estamos ante una película, si se quiere, opuesta a la otra, ya que es una historia de amor.
Arthur Fleck, encarnado de nueva cuenta por Phoenix, pasa sus días en prisión. Deprimido y apesadumbrado, Fleck ha enterrado en lo más hondo de su ser al “Joker”, mientras su abogada busca demostrar que sufre de doble personalidad para así trasladarlo a un hospital psiquiátrico. Durante una visita que realiza al hospital conoce a una bella mujer, Harley Quinn, de quien se enamora perdidamente. Quinn intentará despertar al payaso maligno que vive en su interior, sin embargo, el filme esta vez exhibe a un Arthur Fleck suavizado, edulcorado, que se rebelará tibiamente ante la autoridad a través de un show de cabaret al más puro estilo de Broadway.

Por otro lado, el personaje de Lady Gaga resulta un tanto decorativo y carente de fuerza para ser un coprotagonista y nada menos que uno como Harley Quinn, no obstante, los números musicales sobresalen por su fastuosidad, su puesta en escena, su teatralidad y la química de ambos en pantalla.
Joker: Folie à deux, es lo que es, un musical y como tal cumple con todas las reglas del género y recuerda en su forma a aquellos grandes musicales del Hollywood de los 50 con canciones que se han convertido en clásicos a lo largo de los años como “Get Happy”, que inmortalizara Judy Garland, “Oh, when the Saints”, el himno gospel norteamericano por excelencia que Louis Armstrong catapultara a la fama; “I’ve got a world on a string”, versionada nada menos que por “La Voz” Frank Sinatra; y tracks más románticos como “Close to you”, de Burt Bacharach y Hal David o “To love somebody”, de los Bee Gees, entre muchas otras en nuevas versiones bajo las voces de Phoenix y Gaga.
El filme ha recibido gran número de críticas negativas. Quizás, el fallo está en ir a verla como una segunda parte de algo que fue una demoledora crítica social, sólida e incisiva, con un personaje profundamente sombrío y complejo que aquí se desdibuja y se suaviza en una versión light que no termina de convencer.
Comments